El Gobierno busca garantizar acuerdo social petrolero hasta 2016 |
Faltan más de tres meses para que termine el año pero el Gobierno nacional ya activó una ronda de reuniones periódicas con los actores de la industria petrolera para garantizar la continuidad del pacto acordado el 23 de diciembre de 2014 con el objetivo de blindar la actividad de la crisis internacional del crudo hasta fin de 2015. A cambio de un barril interno más caro que el que cotiza en el exterior, empresas petroleras, sindicatos del sector y provincias productoras de hidrocarburos se comprometieron a mantener la paz social durante el año; acuerdo que ahora estaría tambaleando. El equipo del ministro de Economía, Axel Kicillof, intenta garantizar al menos hasta diciembre esa promesa. “Desde las últimas semanas se están llevando a cabo reuniones para analizar la situación del sector en su conjunto y que los lineamientos definidos a principios de año se mantengan el último trimestre como se había consensuado, buscando la manera de mantener productividad y empleo ante un barril que sigue desvalorizándose”, contaron a El Cronista desde una de las principales petroleras del país, donde agregaron que “se está convocando a todos los sectores, incluyendo a pequeñas empresas y proveedores”. La preocupación se reanudó ante un barril que no repunta y la tensión que generó en algunas provincias los centenares de despidos, algunas bajas de equipos de perforación, y la reducción de jornadas laborales que denunciaron desde gremios, como el sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, que conduce Guillermo Pereyra y que concentra a los principales yacimientos de la Argentina, desde donde ya advirtieron que paralizarán todas aquellas empresas del sector que despidan trabajadores o reduzcan la jornada laboral. Por el lado empresario, inquieta los niveles de productividad que se ven amenazados, no sólo por el persistente declino del precio del petróleo en el exterior (su principal producto que perdió más de 50% de su valor en el último año y que ayer en EE.UU. se hundió hasta u$s 44,5 y en Europa a u$s 47,3), sino también por los crecientes costos, incluido el laboral. Según recientes datos del Indec, en el segundo trimestre el costo salarial en la industria de petróleo y gas se ubicó arriba de $ 76.000, contra un promedio de $ 19.000 de la actividad económica. Lo que implica que los sueldos petroleros quintuplican el costo salarial promedio. Las compañías expresaron esta preocupación públicamente en reiterados eventos, reclamando por una mayor flexibilidad laboral; postura abiertamente resistida por los gremios. A su vez, aquellas empresas que exportan combustibles exhiben una alarma adicional, debido a que su negocio sí depende de un precio externo cada vez más bajo, lo que reduce sus márgenes de ganancias, comprometiendo niveles de inversión y actividad. La situación también encendió luces amarillas en las provincias, cuyos ingresos dependen en buena medida de las regalías que cobran de la actividad petrolera. A principios de mes, el candidato presidencial por el oficialismo, Daniel Scioli, se comprometió ante los diez miembros de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi) que lo habían convocado en una señal de respaldo político, a seguir subsidiando el precio del crudo interno, en el caso de triunfar en las elecciones del 25 de octubre. Hoy, a través del acuerdo oficial, el barril de petróleo denominado Medanito, de Neuquén, cotiza a u$s 77 y el Escalante, proveniente de Chubut, a u$s 63, muy por encima de la media mundial. Esto es posible gracias a que los automovilistas ayudan a cubrir esa brecha cada vez que cargan combustible a sus motores. |
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