YPF profundiza su política de endeudamiento

Sus pasivos terminarán este año en torno a los $ 80.000 millones.

La deuda de la empresa YPF al cierre del tercer trimestre del año alcanza los 75.246 millones de pesos. La cifra refleja un crecimiento interanual del orden del 53%, mostrando así la tasa de endeudamiento una fuerte aceleración durante los últimos doce meses.

En dólares, los pasivos ya suma cerca de 8.000 millones de dólares, mucho más de lo que el Estado pagó por la expropiación del 51% de las acciones que tenía Repsol bajo su dominio.

Al cierre de septiembre de 2014, la deuda total de YPF alcanzó los 49.000 millones de pesos según consta en los balances presentados esta semana por la empresa ante la Comisión Nacional de Valores.

Según informes del sector privado sólo de intereses al estatal comandada por Miguel Galuccio deberá enfrentar pagos por alrededor de 7.000 millones de pesos durante 2015.

El dato no es menor.

En primer lugar porque la cifra mencionada refleja las altas tasas con las que se endeudó la firma durante estos últimos años. En segundo término, semejante monto refleja como los pasivos comienzan a «hacer ruido» en los balances que cada trimestre presenta la empresa.

Para tener una noción de lo mencionado, se puede decir que la utilidad neta que logrará la empresa en todo este año fiscal será similar a al pago de intereses que deberá afrontar en este mismo período.

La situación de YPF es complicada. Sin inversiones genuinas que lleguen para la exploración y explotación de las áreas hidrocarburíferas, la empresa ingresa en una espiral negativa teniendo que financiarse con más deuda lo que sigue sumando intereses y esto termina conspirando con los resultados de sus números finales.

Sin ir más lejos, esta semana la empresa anunció que emitirá saldrá a colocar deuda por 600 millones de dólares para poder continuar con su programa de trabajo. Según informó la compañía a la Bolsa de Comercio, su directorio aprobó, a poco más de un mes del final del mandato de Cristina Kirchner, la nueva emisión de Obligaciones Negociables (ON). La operación se hará en dólares o en el equivalente a otras monedas. La compañía indicó que la emisión se produce en el marco del Programa Global de ON aprobado en febrero de este año, por otros 8.000 millones de dólares.

Galuccio, con futuro incierto

Sin grandes resultados en los niveles de producción luego de casi cuatro años al frente de la empresa, ni haber logrado las millonarias inversiones prometidas para Vaca Muerta, Galuccio hoy está en la mira de los dos presidenciables.

Ls ventas de la empresa en el tercer trimestre de 2015 tuvieron una suba interanual del 7,1% hasta llegar a los 40.931 millones de pesos. Corregidos por inflación, los valores son negativos. La utilidad neta sufrió una caída interanual del 42% arrojando una ganancia de sólo 1.850 millones en el período. Tras los magros datos del tercer trimestre presentados esta semana, uno de sus tradicionales voceros salió a dar explicaciones. «Creemos que habrá una suerte de devaluación real de la moneda. No sabemos cuál va a ser el nivel. Eso significará que nuestros en costos pueden ser diluidos. Porque el 70% de los costos son en pesos. Pero este año hubo una apreciación real del peso. Pero es muy difícil para mí ir más allá de esto», sostuvo esta semana Daniel González, el CFO de la compañía. Lo que no comenta González es que YPF terminará este año con una deuda que se ubicará por encima de los 80.000 millones de pesos, siendo una parte importante de la misma tomada en dólares. Por lo tanto una devaluación, por menos agresiva que sea, va golpear de lleno sobre los resultados futuros de la firma. «Estamos avanzados en la elaboración de nuestro presupuesto para el año próximo, pero por razones obvias queremos revisarlos cuando llegue la próxima administración», explicó el ejecutivo.

Esta semana Galuccio recibió una fuerte señal desde las filas del macrismo. Su referente en Energía, Juan José Aranguren, aseguró que, de llegar al poder, solicitará una auditoría externa para que evalúe tres puntos esenciales: en qué consiste el acuerdo firmado con Chevrón, los números reales que presenta la empresa, y las importaciones de gas que realizó la empresa a través de Enarsa cuyos contratos nunca salieron a la luz.