Atraer inversión y producir gas, los desafíos para la industria petrolera en 2016

Con buenas expectativas por el cambio de Gobierno, ejecutivos, empresarios y consultores coinciden en el rumbo que debe tomar la industria para lograr una mayor rentabilidad. Mantener los precios locales y reestructurar el esquema tarifario serán las claves en la carrera al autoabastecimiento energético.

Dia del petroleo en el Sheraton, Buenos Aires.

No fue un encuentro más en el Sheraton de Retiro. Pasaron 12 años para que los principales directivos recibieran en su almuerzo tradicional del Día del Petróleo a nuevas  autoridades gubernamentales, dispuestas a dialogar y buscar un consenso para mejorar el rendimiento de toda la cadena productiva energética.
En diálogo con Revista Petroquímica, Petróleo, Gas, Química & Energía, dieron su visión de cara a 2016, un año que comenzará a determinar los planeamientos que rodearán a la industria en su eventual camino al autoabastecimiento. “Debemos sobreponernos a esta tendencia de bajos ingresos y altos costos”, precisó Gustavo Smidt, gerente general de CEOPE, la cámara que agrupa a empresas del calibre de Schlumberger, Halliburton y Weatherford.
El potencial que ofrecen los yacimientos no convencionales en la Argentina propone el puntapié inicial para lograr competitividad a nivel global. “Tenemos una gran materia de recursos en el subsuelo, por lo que seguiremos trabajando para buscar nuevas soluciones que permitan optimizar y mejorar cada vez más la industria. El tight gas ofrece nuevas oportunidades que el próximo año continuarán en expansión”, aseguró Carlos Grimaldi, presidente de Medanito.
A entender de Daniel Kokogian, director de la petrolera CGC, en un sector regido por bajos precios internacionales, el desempeño nacional se mantuvo estable, lo que es un buen indicador con miras al largo plazo. “Si bien no se aprovecha todo el potencial que se tiene, la actividad petrolera no se redujo dramáticamente y los valores fijados para el gas proponen una curva ascendente de producción”, comentó.
Para Francisco Pulit, director del área Nuevos Negocios de Pluspetrol, la actividad siempre se verá afectada por condicionantes, por lo que se debe trabajar en búsqueda de optimizar los servicios para producir. “No es la primera vez que nos encontramos con precios bajos en la industria. De alguna manera, es una situación saludable para revisar la forma en la que operamos”, sostuvo.
En ese sentido, ganar productividad parece ser la clave para avanzar en 2016. “Es una materia que tenemos pendiente. Necesitamos atraer un número importante de inversiones para recuperar niveles de producción que necesita el país si quiere desarrollar de forma coherente su economía”, apuntó Adolfo Sanchez Zinny, presidente de la firma de servicios Bolland.
También fue el parecer de Daniel Gerold, director de G&G Energy. “El principal desafío será ganar productividad en toda la cadena. Hay que recuperar la eficiencia con transparencia en el esquema tarifario en gas y electricidad”, enfatizó.
El desarrollo petrolero en el país no sólo se encuentra en los no convencionales. Un caso referente es la petrolera Oilstone. Cuando tomó la conducción de Cerro Bandera, un yacimiento maduro de 65 años, producía 50.000 metros cúbicos de gas. Hoy el campo alcanzó 150.000 m³, lo que marca que la actividad todavía se puede aprovechar, más aún al tener en cuenta que este tipo de extracción representa el 80% de los yacimientos nacionales.
“Pasamos de un área a ocho áreas operadas con una muy buena producción tanto de petróleo como de gas. En algunas áreas de la cuenca Neuquina se requieren skills especiales que corresponden a medianas y pequeñas petroleras, como es nuestro caso. Para eso, debemos racionalizar las reglas de juego para no quedarnos afuera del mercado, más aún con la baja del crudo”, advirtió Diego Garzón Duarte, presidente de la compañía.

Estimular la actividad

En el tradicional almuerzo y como atracción principal, Juan José Aranguren planteó por primera vez públicamente los lineamientos generales de su programa para los próximos cuatro años: bajar las importaciones, darle estímulo a la producción de gas y petróleo local, y lograr que los precios del crudo argentino se vayan pareciendo a los del resto del mundo hasta llegar a que “productora y refinadora negocien libre e individualmente el precio en el mercado interno”.
En la mesa principal, el ex presidente de Shell se sentó con Miguel Galuccio, el presidente y CEO de YPF, cuya continuidad aún no fue confirmada oficialmente; el titular de Tecpetrol, Carlos Ormachea; el presidente de Total, Jean-Marc Hosanski; Alejandro Bulgheroni, uno de los dueños de Bridas, y Oscar Vicente, entre otros. “La participación del Estado en YPF se mantendrá. Afianzaremos su rol de líder en el mercado interno, mejorando su eficiencia y capacidad financiera, a partir de su manejo profesional y transparente”, dijo sobre la petrolera.
Con citas a Miguel de Unamuno, Aranguren prometió “reducir el impacto en la balanza comercial que produce la importación del 15% de la energía que necesitamos para alimentar nuestro aparato productivo”. Eso se hará promoviendo la producción de gas y petróleo, con una ley de estímulos que se enviará al Congreso. El Gobierno derogará el decreto 1277/2012, con el que se establecía la creación de una comisión del Poder Ejecutivo que cercenaba los derechos provinciales sobre las concesiones.
Otro atenuante es el precio del crudo. El país paga hasta u$s 75 el barril en el mercado interno, más del doble que en el resto del mundo. “La esencia del acuerdo negociado será mantenida, pero también considerando el interés de los consumidores. La única diferencia es que el acuerdo será escrito, de duración limitada, tendrá plazos de renegociación y será hasta que los precios internacionales se recuperen y alcancen los locales”, señaló.
Por su parte, López Anadón sostuvo que este año la producción de petróleo cerrará a un nivel similar al del año pasado, mientras que el gas estará por encima de 2014. “Con esto damos por cerrada la etapa de declinación de la producción”, sostuvo.
Según sus estadísticas, se necesitan inversiones por u$s 20.000 millones al año para desarrollar la formación geológica Vaca Muerta, que se extiende principalmente en el subsuelo neuquino.
La necesidad de la industria por contar cada vez con más ingenieros, geólogos, geofísicos incentiva al Instituto a trabajar con universidades para crear carreras intermedias que permitan incorporar un mayor número de profesionales en tiempos más cortos. “Contamos con un programa integral de comunicación para dar a conocer de qué modo la industria se encuentra preparada para las tareas que realiza, cómo operamos de manera sustentable, qué riesgos se afrontan y cómo, a través de alta tecnología y estrictas medidas de seguridad, contribuimos con el cuidado del medio ambiente”, explicó el directivo.
En ese sentido, la industria de Gas y Petróleo desempeña un rol vital para la Argentina, ya que constituye más del 80% de la matriz energética. “Los bajos precios del crudo que parecieran atentar contra los planes de desarrollo de gas y petróleo en el país deben ser vistos como una oportunidad. Las compañías de E&P necesitan reacomodarse y buscar nuevos proyectos que en este escenario les permitan incorporar reservas. Debemos captar esos capitales y ese equipamiento para que vengan a invertir y operar en el país”, concluyó en su discurso el titular del Instituto.℗