Lo que hay que saber sobre la importación de gas desde Chile

 

A partir de la semana que viene, se producirá un hecho histórico: Argentina empezará a importar por primera vez gas desde Chile. Enarsa, la empresa estatal de energía, firmó un contrato con Enap, la petrolera estatal del país trasandino, y con Solgas, la subsidiaria de Engie (Suez), para traer gas desde la terminal de GNL ubicada en Mejillones. A continuación, las claves para entender de qué se trata el acuerdo.

1) Por el gasoducto de Gas Andes se van a importar, entre mayo y agosto, 276 millones de metros cúbicos (MMm3) de gas. El precio de venta del gas puesto en Argentina es US$ 7,20 por millón de BTU (MMBTU), por lo que, en total, Enarsa va a pagar 73,4 millones de dólares a su nuevo socio comercial. De ese total, un 25% se paga por adelantado y el 75% restante se paga contra entrega del gas. Este contrato es con Enap, la empresa estatal chilena.

2) Por el gasoducto Noradino, se van a importar 86 MMm3 de gas entre mayo y agosto. El precio de venta es US$ 6,90 por MMBTU. Es decir, por un total de US$ 22,5 millones. Este monto ya se lo pagaron a Solgas SA, subsidiaria de Engie, la subsidiaria de Suez. El dinero fue pagado de manera anticipada porque Solgas SA argumentó que a raíz de los antecedentes en la relación de Suez con la Argentina (ruptura del contrato que tenían con Suez en Aguas Argentinas), era la única manera que en el directorio podía aprobar la operación.

3) La suma de ambas operaciones muestra que, en total, Argentina va a pagar 95 millones de dólares por la importación de gas desde Chile.

4) Los precios de venta desde Chile ascienden a 6,90 y 7,20 dólares por MMBTU. El LNG que llega a la terminal de Bahía Blanca cuesta -con el costo de regasificación incluido- US$ 5,80 por MMBTU. Y el que llega a Escobar, donde hay que usar barcos alijadores que encarecen la operación, cuesta US$ 6,80 por MMBTU con el costo de regasificación incluido.

5) La capacidad de regasificación de las terminales de Bahía Blanca y Escobar asciende a 33 MMm3/día de gas. Durante los meses de frío, esa capacidad está en su tope. Por eso no se pueden comprar más barcos de LNG para esas plantas. Por eso, es posible ingresar gas al sistema desde Chile aprovechando los gasoductos que estaban inutilizados y ahí no hay cuellos de transporte.

6) La importación de gas desde Chile permitirá reducir la importación de gasoil para las centrales eléctricas. A principios de año, Cammesa previó importar 900.000 m3 de gasoil durante el cuatrimestre mayo-agosto para suplir la oferta de gas. El precio que manejan desde Cammesa por el gasoil oscila entre los 9,70 y 10,40 dólares por MMBTU. Se preveía gastar US$ 319 millones. Mediante la importación de gas desde Chile a un precio más barato, Cammesa importará sólo 500.000 m3 de gasoil a un costo de US$ 170 millones. Como el gas importado desde Chile costará U$S 95 millones, el ahorro económico para el Estado será de un neto de US$ 55 millones.

7) Según la addenda del contrato firmado con YPFB, Bolivia debería estar exportando hacia la Argentina 19 MMm3/día de gas. Como no cuenta con producción de gas que respalde esa cantidad, sólo está enviando 16 MMm3/día del fluido. Aunque se quisiera importar más desde Bolivia, no se podría porque YPFB no tiene producción disponible. Dicen que entre julio y agosto podría llegar a 18 MMm3/día de gas, pero no existen garantías de eso. Fuentes del sector indican que no hay problemas de presión en el gasoducto Juana Azurduy y en los caños de TGN por el ingreso de gas a través del gasoducto Norandino.

8) En lo relativo al arbitraje, si se produce algún diferendo con Enap se arreglará en un tribunal arbitral constituido en Buenos Aires. Y si hay un diferendo con Suez se solucionará en un tribunal arbitral con sede en Nueva York. Desde el ministerio de Energía y Minería, dejaron entrever que esto fue un requisito de Suez, que pidió a Londres o Nueva York como sedes de arbitraje.

9) Pese a la recesión de la actividad económica, siguen existiendo restricciones al gas y los primeros cortes se produjeron el sábado pasado. Las plantas petroquímicas y siderúrgicas proyectan que durante junio, julio y agosto operarán con un 30% menos del gas que precisan. Por eso, el gas que se importe desde Chile cuenta con mercado disponible.