En Vaca Muerta usamos la misma tecnología que se aplica en Estados Unidos

El desarrollo tecnológico que YPF está llevando a cabo en la formación de hidrocarburos no convencionales más importante del país no tiene nada que envidiarle, para el especialista Pablo Bizzotto, al que posee la avanzada industria norteamericana.

La curva de aprendizaje que tornará posible el aprovechamiento masivo de los recursos hidrocarburíferos no convencionales de Vaca Muerta se fortalece día a día gracias a la implementación de tecnología de punta. Así lo aseguró Pablo Bizzotto, vicepresidente ejecutivo de Upstream de YPF, quien participó de la tercera edición de ‘Jóvenes Oil & Gas’, jornada con la que abrió Argentina Oil & Gas (AOG) Expo 2017.
“Los impresionantes avances que viene registrando el desarrollo del segmento no convencional en la Argentina permiten ser muy optimistas”, manifestó el directivo, quien resaltó la creciente competitividad en términos productivos y el arribo de varias petroleras de renombre mundial.
Específicamente en torno a los costos, precisó, el valor de los pozos pasó de alrededor de u$s 36 millones a unos u$s 13 millones en un lapso bastante corto. “Asimismo, en YPF fuimos sumando socios multinacionales que perfectamente pueden optar entre Permian, en suelo estadounidense, y Loma Campana, en la Cuenca Neuquina. Vaca Muerta ha adquirido un nivel de visibilidad realmente excelente”, subrayó.
La Argentina, admitió, siempre vivió a la sombra tecnológica de las grandes potencias. “Hoy esa brecha se achicó muchísimo. De hecho, ya podemos decir que estamos instrumentando la misma tecnología para nuestros recursos no convencionales que aquella que se utiliza en Estados Unidos”, aseveró.
Para ello fue clave, apuntó, que las empresas de servicios hayan invertido cerca de u$s 2.800 millones en base tecnológica y formación de profesionales entre 2013 y 2016. “El motor de esa inversión fueron los proyectos de YPF”, remarcó.
Consultados sobre los desafíos a sortear para seguir creciendo en el rubro, puso el foco en la capacidad instalada, la gestión logística, las redes de comunicación, los caminos y la infraestructura en general. “Por otro lado, necesitamos más capital humano; es decir, más gente que estudie y se desarrolle en esta industria”, acotó.

Salto de calidad

El próximo salto de calidad que aportará la innovación tecnológica a la puesta en valor de Vaca Muerta tendrá que ver, según Bizzotto, con la geonavegación. “Para aumentar la productividad en pozos de 3.000 metros de profundidad es muy importante identificar en detalle aquella partecita de roca a la que tenemos que llegar”, sintetizó.
En estos primeros cinco años de trabajo en la formación, evocó, el concepto de no convencional cambió notablemente a nivel local. “En un principio creíamos que todo en Vaca Muerta sería sencillo, que nos alcanzaría con una grilla de pozos para empezar a producir. Pero la realidad nos demostró que el reservorio es mucho más complejo de lo previsto y que cada vez se necesitan más habilidades y conocimientos para explotarlo”, comentó.
De hecho, sostuvo, la Ingeniería en Estimulación y la Geomecánica son dos especialidades que hace unos años no existían en la industria y que actualmente desempeñan un papel vital en Vaca Muerta. “Están ayudando a que la velocidad de desarrollo se incremente significativamente, lo cual quedará aún más claro en los próximos dos o tres años”, anticipó.

Otras oportunidades

Que Vaca Muerta concentre gran parte del interés de la industria nacional de Oil & Gas no significa que no haya otras interesantes oportunidades a aprovechar en el mediano y largo plazo. Mucho menos que haya que desatender el rubro convencional.
En ese sentido, Bizzotto ponderó la relevancia de los campos maduros para YPF. “Más allá de que su rentabilidad esté en baja y de que la extracción sea cada vez más difícil, el 90% de nuestros ingresos como compañía aún proviene de allí”, detalló.
Con respecto a la exploración y explotación de hidrocarburos costas afuera, reconoció que todavía el nivel de desconocimiento es muy elevado en el país. “No obstante, estoy convencido de que –luego de los no convencionales– la nueva ola de desarrollo que se viene es la del offshore”, proyectó.
Frente a estos retos, afirmó, será vital promover una capacitación de recursos humanos de excelencia. “Necesitamos una industria con jóvenes que tengan curiosidad por aprender, que sean ávidos por adquirir conocimiento y que tengan humildad”, completó.