Trabajadores petroleros temen que baje la actividad
Las señales de retracción en la industria petrolera siguen apareciendo en el horizonte neuquino. Nadie quiere ser el primero en dar la voz de alarma pero ciertas cifras comienzan a preocupar al gobierno de Jorge Sapag y al gremio conducido por el senador Guillermo Pereyra. El gremialista decidió no esperar a que las papas quemen y realizó ayer un acto multitudinario en la plaza de Añelo, la capital Vaca Muerta, donde convocó a más de 5 mil trabajadores de la industria. El gremialista les pidió cuidar las fuentes de trabajo y disminuir los ausentismos. A cambio, se comprometió a que no se perderían fuentes laborales.
La realidad de la industria es preocupante y los conflictos entre el gremio y las petroleras pueden estallar en cualquier momento. Primero fue la noticia de la baja de ocho equipos de perforación (afectando 200 puestos de trabajo) en Vaca Muerta que, según salieron a aclaran rápido desde YPF, corresponde a una renovación tecnológica. Hace unas horas se dieron a conocer las estadísticas relativas a los pozos que se han perforado en lo que va del año y no están a la altura de lo anunciado por Sapag en 2014. El precio del crudo es el telón de fondo de estos retrocesos no reconocidos en público.
Según datos de la Subsecretaría de Hidrocarburos de la provincia en enero de este año se perforaron 46 pozos. De mantenerse este promedio de aquí a diciembre sólo se habrán perforado 552 pozos, por debajo de los 700 prometidos por el ejecutivo neuquino. Los pozos son el reflejo de la inversión global. En 2014 se perforaron 548 pozos.
El lunes Pereyra viajará a Buenos Aires para mantener una reunión con Miguel Galuccio, CEO de YPF, y con funcionarios del Gobierno para acercar posiciones y diseñar un plan de contención.