Estiman tres años de volatilidad en precios del petróleo
El regreso de Irán como exportador podría dificultar la recuperación de los precios, afectando a las economías más dependientes, como Venezuela, Rusia y Nigeria. La inestabilidad apunta a un amplio margen de entre 20 y 110 dólares por barril para los próximos tres años.
Nueva York.- «Ya no hay países capaces de fijar el precio del petróleo», asegura Bart van Ark, experto de The Conference Board (TCB), organización sin fines de lucro que regularmente presenta análisis económicos desde su sede en Nueva York.
«Volatilidad» es la palabra que mejor describe el mercado energético desde el verano de 2014 y esa tendencia continurá en los próximos tres años, lo cual genera una dinámica de países beneficiados y afectados, según Van Ark, para quien en este momento, dada la inestabilidad, lo más serio no es predecir precios, sino visualizar escenarios.
Aunque no se ha reportado una caída en el costo del transporte aéreo, el precio de la gasolina ha bajado y el beneficio inmediato se lo han llevado las grandes naciones importadoras, cuyas economías ya reportan un alivio por la disminución del valor por barril: India, China, Estados Unidos, Francia, España, Alemania, Brasil y Reino Unido.
En la otra acera, los obvios grandes afectados han sido los países exportadores, como Rusia, Venezuela, Nigeria, México y Canadá. En particular la economía de Arabia Saudita no se ha visto tan perjudicada por su capacidad de mantener la producción a bajo costo.
-El gobierno de Venezuela mantiene desde principios de año reuniones constantes con otras naciones productoras para recuperar los precios. ¿Es esa una estrategia útil?
-El tiempo de la OPEP u otros productores fijando precios se acabó. Ya no hay países que puedan hacerlo. Si acaso Arabia Saudita, pero no está interesado en controlar los precios porque ha perdido mercado por eso.
-El acuerdo nuclear con Irán reactivará los exportaciones de ese país. ¿Qué tanto afectará eso más los precios?
-Se espera un aumento en la producción de petróleo y ello incrementará la volatilidad, pues a este punto no se sabe cuántos barriles Irán pondrá en el mercado.
Hay muchos factores en las ecuaciones y los efectos no son generales, sino particulares a cada nación, según el reporte de TCB firmado por Van Ark y Wim Overmeer. En los países exportadores «que dependen en gran medida de los ingresos petroleros, como Venezuela y Nigeria, aumentan las presiones económicas y políticas. Al no tener un tapón sostenible, por ejemplo un fondo de riqueza soberana (como Noruega), tendrán que maximizar su producción para capturar los posibles ingresos, reforzando así un exceso de oferta» que conspira contra la recuperación del valor del crudo.
«Para los próximos seis meses mucho va a depender de si habrá una notable reducción en la producción, lo cual luce muy poco probable en este momento». Irán, «que ya no está sujeto a las sanciones nucleares, añade otro medio millón de barriles diarios para el suministro global, mientras Irak y Libia continúan produciendo a altos niveles de salida. Y a pesar de la formidable presión del resto de la OPEP, Arabia Saudita y otros estados del Golfo Pérsico siguen compitiendo por su parte en en el mercado», destaca el reporte.
Son cuatro los escenarios que maneja TBC en sus perspectivas del precio del barril en el lapso 2015-2018:

-Estabilización entre $50-65: con ello aumentaría el poder adquisitivo de los consumidores en las economías importadoras de crudo y el gasto público en esas mismas naciones (China, India, Japón, EEUU). La economía mundial tendría un crecimiento global estable, pero algo reducido por los recortes en los ingresos de los exportadores.
-Recuperación: barril por encima de $75. Se generaría con la combinación de un incremento en la demanda por alto crecimiento económico y recortes en la producción. Las naciones importadoras continuarían sus inversiones en alternativas energéticas y búsqueda de consumo eficiente.
-Alza: barril sobre $110 y luego estable a $60. Este escenario refleja grandes recortes en exploración y producción. Continuaría la volatilidad global: los altos precios iniciales impulsados por la caída en la oferta afectarían el crecimiento económico mundial, comprometiendo la demanda a mediano plazo.
-Colapso: barril por debajo de $40, devaluándose incluso hasta $20. Panorama probable si los gobiernos y las empresas de energía continúan maximizando la producción en un contexto de débil crecimiento global. Ello generaría inestabilidad para los principales productores -Venezuela, Rusia, Nigeria, Irán, Irak, Brasil, México-, y sus países vecinos; afectando además su capacidad de importar bienes y servicios, comprometiendo el crecimiento mundial y cualquier beneficio que se genere en el poder adquisitivo individual.

Según Overmeer, el último año «nos ha enseñado que predecir el precio del petróleo, sea a tres meses o tres años, está más cerca de la adivinación que de la ciencia».