Un recorte de u$s 10.000 millones

LAS PETROLERAS TRASLADAN EL AJUSTE A SUDAMÉRICA. BRASIL Y VENEZUELA, COMPLICADOS.

La baja internacional en el precio del crudo provocó un recorte de inversiones para Sudamérica que alcanza los 10.000 millones de dólares, según un estudio de la consulta Rystad Energy. La mitad de esos fondos corresponde a las compañías públicas, mientras que la otra parte se reparte de forma casi equitativa entre pequeñas firmas independientes y las denominadas «majors».

Aunque el estudio no está discriminado, sí se aclara que los proyectos que más sufrirán la baja del crudo serán los offshore, donde Brasil se verá mayormente afectado. Dentro del rubro de empresas estatales, la más complicada será la venezolana Pdvsa, que prácticamente trabaja a pérdida en sus yacimientos abundantes de petróleo pesado.

Para todo el mundo, la consultora calcula un derrumbe de inversiones en el 2015 del orden de los 180.000 millones de dólares. Los proyectos más afectados serán los de Norteamérica, sobre todo el tight oil de Canadá, que ya padece una caída abrupta de equipos de perforación.

Algo similar, aunque a un ritmo más lento, se registra con el shale oil de Estados Unidos, que también acusa el golpe de la caída en más del 50% del precio del barril. Algo similar, aunque en otra escala, ocurre con el gas, que por sobreoferta bajó mucho en el país desde el boom del 2009.

Lo curioso es que, mientras caen las inversiones y se derrumban las cotizaciones de las principales firmas petroleras, el reparto de dividendos no se recorta y en algunos casos inclusive aumenta.

Para muestra alcanza con la larga presentación que hizo el miércoles el CEO de la petrolera francesa Total, Patrick Pouyanne. El ejecutivo anunció una rebaja de 4.000 millones de dólares en inversiones para el año que viene y dijo que toda la estrategia de recorte de gastos operativos busca sostener los dividendos de sus accionistas.

LARGO PERÍODO

«Estamos preparando al grupo para enfrentar bajos precios por un largo período y si el crudo sube será una buena noticia para nosotros», explicó el CFO de la empresa Patrick de la Chevardiere tras la presentación. Calculó que necesita un «breakeven cost» de 45 dólares el barril para el 2019 si quiere sostener los dividendos del 2015.

Chevron y Shell tomaron estrategias similares este año, pero siempre cuidándose de no afectar la distribución de dividendos. El ajuste no sólo implica reducir las plantas de personal (en algunos casos de forma dramática) sino también desprenderse de activos marginales: las empresas buscan dejar en sus porfolios sólo los proyectos que arrojen mayores ganancias en el corto plazo. Y entre ese grupo no se encuentran justamente los yacimientos no convencionales como Vaca Muerta.

La contraparte es que toda esta retracción abrió el juego de compraventas de activos que se presumen baratos. Al estirarse los períodos de exploración en Argentina, algunas firmas analizan adquirir acres –sabiendo que no es alta la inversión que deberán hacer– y esperar a que en dos o tres años suba el petróleo, lo que volverá más rentable el shale.

Pero el cambio en el mapa en el shale aún es incipiente y su puesta en marcha difícil de evaluar en medio de la crisis, que sacude de forma marcada la cotización de las acciones de las empresas petroleras en todo el mundo.

Mientras tanto, las noticias de ajuste se repiten: la última fue Halliburton. Esta semana trascendió un memo privado donde anuncia un masivo recorte. Eso sí, se excusa: «Todas las empresas del sector están haciendo lo mismo». Mal de muchos..