Cayó el petróleo a u$s 33,27 y prevén que llegaría a u$s 25
El precio del petróleo volvió a caer ayer. En el mercado neoyorquino, la variedad West Texas Intermediate (WTI) bajó un 2,06 % y cerró a u$s 33,27 el barril, alcanzando niveles que no se registraban desde febrero de 2004. En Londres, el Brent del Mar del Norte cerró a u$s 33,75, un 1,40% menos que al término de la sesión anterior.
La variedad WTI comenzó la jornada con una pérdida superior al 3%, a tono con los descensos que se vienen acumulando en las últimas semanas (el miércoles hubo una caída del 5,56%), pero tuvo una corrección al alza después de que se conociera que las reservas de gas natural en Estados Unidos tuvieron una caída semanal mayor que la esperada. No obstante, la cotización posteriormente recuperó la tendencia inicial a la baja, y terminó perdiendo.
El valor de cierre alcanzado ayer por el WTI está en los niveles de hace casi doce años. El 9 de febrero de 2004 la cotización cerró a u$s 32,83, aunque al día siguiente tuvo un repunte y subió hasta u$s 33,87. El precio quedó así más de tres veces por debajo del máximo de 2014 anotado el 20 de junio de ese año, a u$s 107,26, cuando comenzó a bajar en medio de señales de un exceso de oferta en el mercado, que todavía persisten.
Por su parte, el Brent en Londres recuperó en la segunda mitad de la sesión parte del terreno que perdía a primera hora, cuando llegó a marcar un mínimo de u$s 32,18, un nivel que no se alcanzaba desde abril de 2004. De todas formas, sólo desde la apertura del mercado del lunes hasta el cierre de ayer, el Brent acumuló una caída del 10,99%.
La caída en los precios del crudo registrada en lo que va del año se produce a pesar de la inestabilidad en Oriente Medio por las tensiones entre Irán y Arabia Saudí. Por el contrario, esa situación alienta la tendencia bajista porque se desestima cualquier perspectiva de un acuerdo en la OPEP para bajar la producción.
Asimismo, la debilidad en algunos indicadores económicos de China y los estragos en las principales Bolsas asiáticas añaden presión al mercado del crudo. «Tal como están las cosas, creo que hay potencial para nuevas caídas, quizás hasta u$s 25 el barril», afirmó Michael Hewson, analista jefe de la firma británica CMC Markets.
Los mercados temen que un frenazo en el crecimiento chino afecte a las importaciones del segundo consumidor mundial de crudo, si bien Hewson advirtió que no se conocerá el alcance de ese posible impacto en la demanda hasta que Pekín publique este mes sus cifras oficiales de crecimiento.
«El problema con la economía china es que nadie sabe realmente cuál es la situación», consideró el analista, que ve cifras macroeconómicas «completamente contradictorias», por lo que señaló que «es prematuro pensar que su economía se está ralentizando más de lo que ya sabíamos en diciembre».
También Hewson opinó que Irán, uno de los mayores productores de la OPEP, prepara su regreso a los mercados internacionales del petróleo durante este año, en cuanto se levanten las sanciones internacionales por su programa nuclear, por lo que maniobra para tratar de impulsar al alza los precios. En cambio, Arabia Saudita, que impuso su visión en los últimos tiempos, es partidaria de mantener la producción de la entidad por encima de los 30 millones de barriles diarios, para castigar a la industria del no convencional estadounidense.
«Esta es una batalla por la cuota de mercado y ninguna de las partes va a querer ceder. No veo que en este momento haya ninguna gana en absoluto de acordar un recorte en la producción», subrayó Hewson. Si la OPEP continúa sin dar su brazo a torcer, los analistas contemplan la posibilidad de que el nivel de producción global acabe descendiendo por sí mismo, al verse afectado por la reducción en las inversiones que provoca la caída de los precios.
En sentido opuesto, algunos analistas calculan que un aumento repentino de las tensiones en Oriente Medio podría extender los temores a un corte de suministro y empujar los precios al alza.