Cae la oferta laboral en el sector petrolero

Aún con un desarrollo fugaz, Vaca Muerta se convirtió en la mayor promesa de empleo en la región. Pero la crisis del sector le puso un freno a la creación de vacantes que, si bien no se detuvo del todo, marca un ritmo lento y cuidadoso.

Desde el 2012, la demanda laboral de la principal formación de shale de país fue grande y constante. La actividad derramaba hacia un sinnúmero de otras ramas pero ahora cuidan los costos y buscan contratar lo mínimo e indispensable.

Las principales consultoras de empleo, que sirven como termómetro de cada área, sostienen que la actividad no está parada pero identifican las señales de la crisis. En una de ellas, de 25 búsquedas abiertas sólo 5 o 6 son para el petróleo. En otra, comentaron que la semana pasada se publicó una solicitud para una operadora y llegaron 400 currículum vitae, todo un signo de época.

«Río Negro Energía» consultó a cuatro de las principales contratistas de empleo y todas coincidieron en la merma de la actividad que comenzó en el 2015, y señalaron que en estos primeros meses todo se reduce al mínimo, mediante bajas de los contratos o disminución de horas extras, horas taxis o tareas anexas.

«Se anuncian algunas suspensiones o reducciones de personal. A partir de febrero se sintió más el impacto de la baja y vemos cómo se acomodan los contratos. De todos modos, siguen apareciendo demandas, porque la industria no está parada», dijo Pablo Pissinis, de la consultora en recursos humanos Scavuzzo.

Todos acuerdan que en la Patagonia hay una disminución de la demanda y se están acomodando con mucha incertidumbre. Desde Adecco sostienen que Vaca Muerta sigue pujando, aunque hay señales que marcan que estará complicado. «Hay licencias por vacaciones obligadas, equipos parados, revisión de costos, empresas de servicios a las que les están renegociando precios o cambiándolas por otras más baratas», dijo Germán Díaz, director de grandes cuentas de energía de esa firma, y agregó que en provincias como Salta, Jujuy o Mendoza el panorama es peor.

Las pocas búsquedas laborales que persisten son de personal para cubrir desde mandos medios hacia arriba, como técnicos, ingenieros, geólogos. En los puestos de base se nota más la recesión. «Nos piden que se contrate gente que tenga manejo de crisis, porque la conducción humana en estas circunstancias necesita un enfoque diferente que cuando está en plena actividad», comentó Rodolfo Canossini, Gerente Región Sur, Randstad.

Es así que las expectativas de empleo para este primer trimestre para la región sur se presentan con mucha cautela. Según datos de Manpower, si se hace una comparación interanual, el nivel de empleo está 7 puntos por debajo del año pasado. Y el 2015 terminó con seis puntos por debajo del registro anterior. «Es claro que bajó la producción, y si bien no se nota tanto en la dotación de personal porque juega la retención de tareas, se dan bajas, y lo vemos en la gran cantidad de CV que están llegando a la oficina», dijo Hernán Sánchez, gerente comercial regional de la consultora.

La baja en la cantidad de vacantes en las plataformas de búsquedas de empleo marca los designios de la crisis petrolera. Ahora, por cada puesto de demanda llegan unos 400 currículums. «Esto no ocurría antes. Hace dos meses atrás, llegaban unos 150», relataron en una de las firmas. En otra, agregaron que se recibieron 714 presentaciones para un puesto de técnico de campo.

Cuando los avisos de búsqueda salen a la calle hasta llaman los clientes para ofrecer a su propio personal. «Tratan de mantener sus empleados, o nos piden la posibilidad de reubicación. Así se obtiene un beneficio mutuo, aliviamos a las empresas y ofrecemos personal con buena calificación. La gente también se beneficia porque recibe una indemnización», comentó Canossini.

Según las consultoras en estos meses se dieron bajas y reducciones en los contratos, pero también se manejaron artilugios para evitar despidos. Para no desvincular del todo al personal se los rota, se pusieron al día con francos, licencias y aprovecharon para saldar esas situaciones. De todos modos se mantiene la parte laboral, pero las reducciones impactan en lo salarial.

Salarios

La variable de ajuste por estas horas son los salarios. Estos son buenos en épocas doradas pero si sólo se cobra el básico, sin horas extras, ni horas taxi, se vienen a pique. Por ejemplo, un ingresante en campo percibe neto (con descuentos de ley) unos $ 37.000, mientras que la base, sin horas extras, ni adicionales, se reduce a $ 16.000 aproximadamente. Una categoría intermedia de $ 42.000 baja a $ 20.000 y un especializado (como puede ser un perforador) de $ 50.000 pasará a ganar $ 22.000.

El 2014 fue excelente en demanda laboral, y Randstad, por ejemplo, que tiene oficinas en Neuquén, Rincón, Catriel, Cutral Co y Añelo, cubría 40 puestos mensuales. Ahora, sin embargo, cubre unos 15 entre los que se van e ingresan. Hay puestos permanentes y otros de rotación, pero esta última ahora es más corta.

Otra variable para ajustar es el tiempo del contrato. Cuando antes pedían un servicio por semanas o meses, ahora lo hacen por un par de días. Desde Adecco relataron que en su caso no hubo grandes bajas pero «hay algunos cambios en el negocio, sobre todo en Comodoro, donde toman gente eventual, o por poco tiempo, esa es una nueva veta. Se ganan algunos negocios que no teníamos, pero de corto plazo», dijo Germán Díaz.

La restricción se da en todos los sectores, tanto en operadoras –que por volúmenes de puestos tienen menos bajas– como en empresas de servicios. El cuidado en los costos no discrimina y tratan de ser eficientes, buscan hacer lo mismo con menos recursos o con los mismos hacer más cosas. «El costo de operaciones en Argentina es alto, por lo tanto se trata de reducir y llegar a un nivel internacional», dijeron desde Randstad.

La capacitación, una clave

En su momento de esplendor, Vaca Muerta debutó y sorprendió con una demanda anclada en una especialización diferente. En casi todas las consultoras sostienen que la profesionalización para trabajar en el shale es mucho más alta que la requerida para los convencionales. «El año pasado, cuando había pedidos costaba cubrirlos porque no hay antecedentes en el país. En nuestro caso se cubren con profesionales extranjeros, acudiendo a la base de datos de otros países, sobre todo en Texas, Estados Unidos», dijo Rodolfo Canossini de Randstad.

Los principales rubros que se demandan son técnicos, ingenieros y oficios manuales calificados. A su vez, la experiencia y buena calificación en el trabajo de campo son muy valoradas. Para las consultoras existe una gran dificultad para encontrar gente preparada y es por eso que muchas empresas tratan de retener a toda costa su personal capacitado.

Según algunas firmas, la oferta para los puestos técnicos no es buena. Hay una merma de estos perfiles y la mayoría de los postulantes no están preparados para esta industria. Los que vienen serán momentos preocupantes para las personas sin formación. «Deberán empezar a mirar las industrias a las que le venían dando la espalda. La calificación del personal es un tema clave «, dijo Pablo Pissinis de Scavuzzo.

Centrales térmicas y represas, al rescate

El sector de petróleo y de gas son primos y la colaboración entre ellos es fuerte. Según algunas consultoras de empleos, actualmente las operadoras que producen gas piden más personal que las de petróleo.

La otra industria energética que le puede tirar una tabla al naufragio de la demanda laboral es la eléctrica. En la región hay varias centrales térmicas que suelen tener demanda permanente. Lo mismo ocurre con las represas Piedra de Águila, El Chocón-Arroyito o Planicie Banderita. En este tiempo, esa industria obtuvo relevancia al frenarse la petrolera.

Las búsquedas están dirigidas a técnicos bien formados para taller u operaciones, operadores centrales o mecánicos. Si bien no maneja los números de la industria petrolera, y no será una solución, puede brindar un respiro.

«Las generadoras crean un mercado más que importante por la cantidad que hay en la región», dijo Pablo Pissinis, de Scavuzzo, y agregó que funcionan como una planta industrial con cierta cantidad de gente, pero son consumidores de servicios estables y para mantenimiento movilizan el mercado.

Según las consultoras, estas industrias buscan personal especializado, sobre todo egresados de escuelas técnicas o de mantenimiento industrial, especialización que se estudia en Allen.

De todos modos, los trabajos que están en riesgo en la industria petrolera son justamente los menos calificados, que son los que más inconvenientes tendrían para insertarse en el mundo laboral en caso de perder el trabajo. Lo mismo ocurre con las personas mayores de 45 años, que son muchas en el mundo petrolero.