“Las empresas japonesas vuelven a invertir en la Argentina”

La nueva relación impulsada por el Gobierno permite la apertura de alianzas comerciales con Japón, a tal punto que por primera vez en 57 años el Primer Ministro visitaría el país. Se esperan grandes inversiones en petróleo, gas, minería y el sector automotriz.

Las relaciones bilaterales con Japón parecen haber cambiado drásticamente con la llegada de la nueva administración estatal en diciembre. Sucede que, desde esa fecha, diferentes visitas y reuniones de funcionarios con el sector privado alientan la posibilidad de que el país asiático tome serio interés de fabricar y producir en la Argentina.
A entender de Noriteru Fukushima, embajador  del Japón en el país, las empresas denotan un mejor clima de negocios desde el comienzo del año. “Este Gobierno está trabajando fuerte en la transparencia pública de todos los negocios y en el mundo se recibe como una gran noticia. Las empresas quieren fabricar en el país y mediante un proyecto se impulsará el mercado interno para optimizar costos y generar empleo”, enfatiza el embajador, en diálogo con Revista Petroquímica, Petróleo, Gas, Química & Energía.

En ese sentido, octubre será un mes crucial para el comienzo de un trabajo conjunto entre ambos países. Si bien se avanzó en términos de cooperación, las compañías que quieren ingresar al mercado local exigen contar con alguna seguridad jurídica. “Muchas viajan desde Tokio con ideas para proyectos concretos. Seguramente cambiará la categoría de riesgo del país este mes y, a partir de ahí, los bancos comenzarán a brindar préstamos. Es por eso que esperamos por lo menos triplicar las inversiones el próximo año”, afirma Fukushima.

Fukushima: “En el mundo estamos muy impresionados y felices de que las empresas japonesas estén trabajando con este Gobierno”

¿Cómo evolucionaron las relaciones bilaterales con el nuevo Gobierno?

Nuestras relaciones de comercio con el Gobierno comenzaron desde diciembre del año pasado y tenemos un muy buen vínculo, que con el Gobierno anterior era muy limitado. En abril oficialmente dos mandatarios se reunieron en Washington en la cumbre de seguridad nuclear. Allí las dos partes, argentinos y japoneses, estaban muy felices de que los dos mandatarios tuvieran una muy buena impresión de cada uno de ellos. Se abordaron muchos temas y aumentaron las relaciones bilaterales, tanto económicas y políticas como culturales. En mayo, la vicepresidenta Gabriela Michetti, con varios secretarios, realizó reuniones con el sector privado para establecer un marco jurídico.
Exitosamente, las empresas japonesas comenzaron a realizar inversiones en diferentes proyectos y podemos decir que se está trabajando bien conjuntamente.

¿Qué relación tiene con los diferentes sectores del Gobierno?

En julio, la canciller Susana Malcorra visitó Japón y abrió mucho más estas
relaciones políticas y económicas. Este mes esperamos que el diputado Emilio Monzó, y los ministros de transporte y educación, Guillermo Dietrich y Esteban Bulrrich, lleguen al país. No está confirmado, pero luego de 57 años es posible que el Primer Ministro de Japón visite la Argentina por primera vez por invitación del presidente Mauricio Macri, quien también tendría la intención de ir el próximo año. En 2018 se abriría una sede del Gabinete en la Argentina, lo que traerá muchos ministros japoneses, como nunca sucedió. Estamos en una época histórica.

Fukushima: “Hay que poseer un marco jurídico firme e irrevocable”

¿Cuál es el comportamiento de las empresas japonesas ante este escenario?

De las 100 empresas que existían en 1990, quedó la mitad luego de la crisis de 2001. Esperamos volver a contar con ellas, ya que en países de la región, como México, Brasil y Chile, se invierte mucho en varios sectores. Para las empresas japonesas, la Argentina es un mercado muy relevante, ya que cuenta con gran cantidad de recursos agrícolas, naturales, energéticos y mineros. En los últimos 15 años perdimos terreno, pero queremos aplicar la misma política que en Brasil y por lo menos triplicar las inversiones en el país. Sobre todo en áreas como la agricultura, donde ya se anunció la compra, para exportar, y en minería, donde en Jujuy la empresa Jotatusho (afiliado de Toyota) explota desde el año pasado litio y solamente este yacimiento ya abarca toda la necesidad de Japón.

¿Cuál es la situación de las empresas que se encuentran en el país actualmente?

Las empresas quieren fabricar aquí. Toyota ya aumentó el volumen de Hilux, y si bien quiere contar con más productos locales, hasta ahora para fabricar un coche necesita importar un 70%, lo que aumenta los costos. Tendremos un acuerdo con el Gobierno argentino para que las empresas medianas o pequeñas de proveedores automotrices tengan la misma competitividad, capacidad y precio con el modelo japonés. El proyecto se denomina Haisen y es muy importante optimizar la eficiencia. La automotriz no sólo quiere vender a los países del Mercosur, sino que ya está intentando vender a los países del Caribe.

¿Se sigue trabajando?

Tanto Mitsui como Mitsubishi son empresas de trading; ellos hasta ahora tenían sólo una o dos personas, cuando antes eran 70 japoneses que venían de Tokio a trabajar. Mitsui es una empresa muy importante de Japón. Por caso, en Brasil están invirtiendo u$s 80.000 millones y ya mostraron interés en la Argentina. Muchas empresas viajan desde Tokio con ideas para proyectos concretos. Se necesita saber profundamente el contexto del país y contar con seguridad jurídica. Estamos negociando un tratado de inversión que tenemos con Chile y Brasil, entre otros países de la región. Otro punto de importancia es la teoría de riesgo, caso por el que el Banco Mitsui aún no invirtió en el país. En octubre seguramente cambie esta categoría y se realicen préstamos con bajo interés. Mitsubishi está a cargo del banco de Japón y sabemos que financiará un proyecto, el cual no podemos anunciar, de u$s 50 millones para explotar cereales.

¿Qué aspectos considera que se deberían mejorar para que esto ocurra?

La infraestructura es muy importante en ese sentido. Sectores puntuales como aeropuertos, carreteras y energía son fundamentales. Tenemos interés en convencionales, renovables y  muchas compañías quieren ingresar en energía térmica. La tecnología es otro punto relevante. Tenemos mucho interés en la base de Shell Gas para producir más rápidamente. Nuestra agencia gubernamental Yokumek se encuentra en el país para investigar el contexto económico nacional e internacional actual y futuro. La situación política y financiera es muy favorable en este momento.

¿Cómo proyecta el futuro de la industria argentina?

En la próxima década, todo lo que es minería, petróleo y gas tiene un gran futuro en este país, por lo que hay que comenzar a evaluar cómo se realizarán las exportaciones. Las empresas están felices trabajando con este Gobierno, que está decidido fuertemente en la transparencia pública de todos los negocios. En el mundo estamos muy impresionados. Cualquier persona con la que hablamos tiene la misma opinión que el resto y eso brinda confianza. Hay que poseer un marco jurídico firme e irrevocable. La Argentina es un país muy rico y tiene un pueblo de alto nivel de civilización y educación, así que tenemos confianza. Por eso esto está sucediendo en varios países de la región. Brasil parece haber tomado otro camino, con casi la misma dirección que tenía en los 90. Japón, Estados Unidos y gran parte de los países europeos tienen mucha confianza y quieren que la Argentina sea modelo para el resto de los países de América Latina.