EEUU se convertirá en el mayor productor de gas
Si bien perderá a manos de China el título de máxima potencia económica a escala global, Estados Unidos se transformará en la mayor potencia energética gracias al aprovechamiento de sus recursos hidrocarburíferos no convencionales.
Así lo pronostica la Agencia Internacional de Energía (AIE), que en su último informe rectificó sus principales proyecciones para el corto, mediano y largo plazo.
Para la AIE, la demanda mundial seguirá creciendo (con China, India y Oriente Medio, explicando un 60% de esa expansión), aunque también lo hará la oferta, y el mercado norteamericano desempeñará un papel central en ese sentido, además de volverse autosuficiente. “El reciente repunte en la producción estadounidense de petróleo y gas no convencional, impulsado por tecnologías de extracción que vienen liberando recursos de crudo y gas de esquisto, está estimulando la actividad económica, con un fluido menos costoso y precios de la electricidad que brindan a la industria una clara ventaja competitiva”, indica el reporte.
Según la entidad dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las importaciones de Estados Unidos seguirán decayendo (hoy equivalen a un 20% de sus necesidades totales de energía) y el país se convertirá en un exportador neto de petróleo para 2030, con autosuficiencia energética total para 2035. En palabras del economista principal de la AIE, Fatih Birol, los norteamericanos superarán a Rusia como principales productores gasíferos por un margen significativo para 2015. “Y poco tiempo después, en 2017, serán los mayores productores de petróleo, por encima de Rusia y Arabia Saudita”, vaticinó en una reciente rueda de prensa llevada a cabo en Londres.
Por otro lado, el país del norte dependerá más del gas natural que del petróleo o el carbón para 2035, a medida que el aumento de suministros domésticos más baratos promueva su progresiva utilización en la industria y la generación de energía. “El auge petrolero de Estados Unidos acelerará un cambio en la dirección del comercio internacional de crudo. Casi un 90% del crudo de Oriente Medio se dirigirá a Asia para 2035”, expresó el especialista.

Nuevo mapa

En el nuevo mapa energético previsto por la AIE, en los próximos años el resto del mundo dependerá cada vez más de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). “Además de los aumentos de Arabia Saudita, para 2020 Irak explicará un 45% del crecimiento de la producción global de petróleo hasta 2035 y se convertirá en el segundo mayor exportador, venciendo a Rusia”, asegura el organismo.
En esa dirección, la presencia de la OPEP en la producción petrolera planetaria podría subir hasta un 48%; es decir, seis puntos porcentuales por encima de su participación actual (42%).
En cuanto a la extracción de crudo rusa, que en los últimos años se ha mantenido por encima de Arabia Saudita, la AIE espera que siga estable en más de 10 millones de barriles de petróleo por día (bpd) hasta 2020, cuando empezaría a bajar hasta oscilar en torno a los 9 millones de bpd para 2035.
Por otro lado, la entidad vislumbra el ascenso de China como primera potencia económica, reemplazando así a Estados Unidos, para 2015 en términos de paridad de poder adquisitivo, y para 2020 en cuanto a tipos de cambio de mercado. Hasta 2035, el Producto Bruto Interno (PBI) chino podría crecer a un promedio de un 5,7% anual.

Líder petroquímico

La disponibilidad de gas barato y abundante también redefinirá el rol de Estados Unidos en el negocio petroquímico mundial. Así lo cree Mark Eramo, vicepresidente de la consultora norteamericana IHS Chemicals.
Según sus proyecciones, para 2020 se estima una demanda global de insumos básicos y plásticos de 1 billón de toneladas métricas (Tnm), lo que representará unos 200 millones de Tnm en materia de comercialización internacional de estos productos. “Obviamente, China encabezará estos requerimientos. Pero lo más interesante es que Estados Unidos volverá a tener una posición dominante en el negocio en virtud de las ventajas competitivas que le otorgará el shale gas. Al contar con bajos costos productivos, la industria estadounidense recuperará el terreno perdido”, afirma.
En la misma frecuencia, Rina Quijada, CEO de la firma de consultoría IntelliChem, en los próximos años Estados Unidos se consolidará como el proveedor por excelencia de resinas para Latinoamérica en virtud de su proximidad geográfica, su elevada confiabilidad y su cada vez mayor oferta. “La nueva oferta surgirá en el territorio norteamericano. En esta parte del mundo hay mucho en estudio (especialmente en Colombia, Perú y Brasil), pero poco realmente concreto”, comparó.

En nombre de las potencias

La AIE es un organismo con pretensiones de autonomía nacido tras la crisis del petróleo de 1973, en noviembre de 1974, dentro del marco de la OCDE. Básicamente, aspira a coordinar las políticas energéticas de los Estados que lo componen con el propósito de asegurar un suministro estable a escala mundial. Está constituido por un consejo directivo conformado por altos funcionarios enviados desde los diversos países miembros, y por una secretaría permanente integrada por distintos especialistas en temas energéticos que se encolumnan bajo la figura de un director ejecutivo.
Las 28 naciones que lo integran son Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Corea del Sur, Dinamarca, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Japón, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia, Suiza y Turquía.