Vaca Muerta apuntaló la producción

Pese al ruido que generaron los hidrocarburos no convencionales en los discursos políticos y la opinión pública, pese a la fama internacional que consiguieron los paisajes agrestes de Añelo y aún en el minuto a minuto de una nueva ley petrolera nacional, la producción de crudo y gas no pudo atravesar la curva negativa. Según los datos publicados por la Secretaría de Energía de la Nación, durante el 2014 se produjeron 551.000 barriles de crudo por día (-1,5) y 113.643.000 mv de gas diarios (-0,5). Para el primer caso, la participación del shale fue considerable para no permitir un desplome, mientras que para el segundo fluido los números indican un mantenimiento de la extracción.

Por caso, la nota distintiva se concentró en Neuquén, que por primera vez en 17 años pudo revertir números negativos en la producción de petróleo y lo mismo ocurrió con el gas, en caída desde el 2004 (ver aparte). Estos números le deben crédito a la formación shale, Vaca Muerta, que tuvo su primer año intensivo en el 2014 de la mano del salto a desarrollo que dio YPF en Loma Campana.

La petrolera nacionalizada, junto con Pan American Energy (PAE), fueron las únicas dos, de las cinco grandes compañías, que consiguieron números positivos para la extracción de hidrocarburos. La firma de los hermanos Bulgheroni continúa ordeñando Cerro Dragón (Chubut) y con una fuerte apuesta lo mantiene como el principal yacimiento de crudo del país. En tanto la empresa dirigida por Miguel Galuccio buscó marcar el norte en la explotación de los no convencionales y puso el primer desarrollo shale fuera de EE. UU. como el segundo yacimiento con mayor producción del país: Loma Campana entrega por encima de los 30.000 barriles diarios.

El Informe de Tendencias, elaborado por el Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, ratifica los resultados de YPF (que concentra el 40% de la producción total de petróleo) y PAE (18%), pero también expone los retrocesos acumulados por otras operadoras importantes en las cuencas nacionales. Entre las que se desplomaron se encuentran Pluspetrol, con una caída del 4,7% en la producción, y Petrobras, que arrastra un retroceso del 31,9%, justificado en parte por el desprendimiento del área Puesto Hernández.

La socia de YPF en Vaca Muerta, Chevron, también se desliza por la pendiente y acumula pérdidas productivas del 21% en la comparación entre el 2013 y el 2014. De acuerdo con el análisis del Instituto Mosconi, la china Sinopec (con fuerte presencia en Santa Cruz) también frenó su producción un 13,3%. Y finalmente las restantes empresas, que acumulan el 20% de la extracción de crudo, registraron una reducción del 5,3%.

Para el caso del gas, el rendimiento de las empresas fue similar. YPF (que concentra el 28% de la producción) mejoró sus volúmenes un 12,5% y PAE (11%) un 0,3%. La otra gran productora de gas, Total Austral (28%), mostró una retracción en la obtención del fluido del 5,9%. Lo mismo ocurrió con Petrobras (8%) que cayó 6,7% en sus números y Apache (3%), absorbida por YPF, que mermó un 5,8% su nivel. Las demás compañías, que reúnen una participación del 20% en el mercado, mostraron en conjunto una reducción del 6,1%.

La apuesta a la exploración, apoyada en tiempos de buenos precios, y los desarrollos no convencionales permitieron reducir los márgenes arrastrados en los últimos años y equilibrar la curva productiva. El futuro se muestra con luces y sombras entre la caída del precio del petróleo y los mejores valores para el gas.