Petroleras de campaña

Con un programa propio, le enviaron un mensaje a Scioli

Con el paso apretado, como tratando de no perder el vuelo, Marcos Bulgheroni –hijo de Carlos y sobrino de Alejandro, pata local de PAE– calificó el discurso de Daniel Scioli como «muy positivo». Fue en el cierre del acto proselitista en el que desembocó el Seminario Internacional de Energía para el Desarrollo Argentino, organizado por la fundación DAR que dirige José «Pepe» Scioli y que funcionó como pantalla de la reunión de la Ofephi.

En apenas cinco horas todo empezó y terminó. La acción transcurrió en un hipercustodiado Espacio Duam, a metros del aeropuerto de Neuquén, y tuvo dos ámbitos: Scioli con los gobernadores petroleros y Miguel Galuccio cerrando un compromiso mutuo, por un lado, y por el otro una puesta formal, en clave de jornada de debate, reservada para los empresarios de la industria petrolera.

El primero de los ámbitos se saldó con la firma de un acta compromiso entre el candidato del FpV y los gobernadores petroleros. A pesar de tratarse de un documento amplio y generalista, se garantizaron algunos puntos de continuidad que permitirían mantener a flote la actividad, algo que en épocas de crisis internacional para las diez provincias petroleras significa estabilidad.

A cambio, Scioli cosechó el apoyo explícito de los gobernadores y fundamentalmente abrochó a dos extrapartidarios como Alberto Weretilneck y Jorge Sapag, quien con una buena relación con los capitales petroleros se anotó un triunfo como organizador.

Pero la pregunta que quedó flotando fue: qué compromiso –si es que existe alguno– asumió Scioli con las principales operadoras del sector petrolero.

Porque pese a que en el cierre de la actividad el ingreso de cientos de militantes del MTD, que con sus banderas y canciones fueron «a apoyar al gobernador», provocó cierta incomodidad en el empresario presentes, a ninguno de los representantes de las operadoras esa situación los tomó por sorpresa. Sabían de antemano de qué se trataba el encuentro.

A tal punto estaban al tanto que no sólo debieron escuchar a funcionarios y al propio «Pepe» Scioli anticipando que el gobierno del actual mandatario bonaerense mantendrá las mejores condiciones del actual y aportará otras ventajas, sino que aprovecharon el atril para llevar su pliego de «reivindicaciones».

Claro que fue un pliego de máxima y del que, están seguros, no obtendrán mucho. Fue el flamante CEO de Shell, Teófilo Lacroze, quien enumeró la postura: «Seguridad jurídica, libre mercado, productividad laboral y libre disponibilidad de utilidades». Si bien sus pares no fueron tan taxativos, todos coincidieron en que las actuales condiciones obligan a «hacer más con menos», en palabras de Galuccio.

Los capitales petroleros se prestaron a algo que para muchos no excede de una situación coyuntural de elecciones. Sin embargo no bajaron sus banderas y, pese a que jugaron en segundo plano, dijeron sin vueltas qué industria quieren. Resta saber si en la agenda de Scioli, en caso de llegar a la Casa Rosada, estará anotado algún compromiso a discutir.